Dos investigadores del IECS participaron del análisis de ensayos clínicos de COVID-19 que confirmó la eficacia y seguridad de las vacunas

El Dr. Agustín Ciapponi, director del Centro Cochrane Argentino del IECS y el Dr. Ariel Bardach, director del CIESP fueron parte del análisis más exhaustivo de ensayos clínicos sobre vacunas contra COVID-19 realizado hasta el presente.

El estudio fue liderado por un equipo internacional y confirmó la eficacia y seguridad de la vacunación. También, identificó algunos rasgos diferenciales de las distitnas plataformas mediante un ranking comparativo.

El estudio califica el beneficio de las vacunas de “indiscutible” y señala que las de ARN mensajero (elaboradas por Pfizer/Biontech y Moderna) serían más efectivas para prevenir la infección sintomática, mientras las vacunas de vectores virales (como la Sputnik V o la de Astrazeneca), serían más efectivas para reducir la mortalidad.

El trabajo fue liderado por investigadores del Copenhagen Trial Unit, en Copenhague, Dinamarca, y firmado también por autores de Canadá, Reino Unido, Zambia, Nigeria y dos argentinos, ambos miembros del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS).

El estudio fue publicado esta semana en la revista de acceso abierto PLOS ONE y examinó 35 estudios publicados hasta el 17 de junio de 2021 con vacunas de diferentes plataformas. Los investigadores utilizaron una metodología denominada “revisión sistemática viva con análisis secuencial de ensayos y un metaanálisis en red”, que permite sintetizar todas las publicaciones previas sobre el tema y hacer comparaciones de eficacia y seguridad entre distintos productos.

“La evidencia demuestra que todas las vacunas son efectivas para prevenir COVID-19 y especialmente las complicaciones serias de la enfermedad, incluida la muerte, por lo cual, espero que este trabajo contribuya a eliminar las dudas de quienes desconocen o todavía desconfían de los beneficios de vacunación y aún no se han inmunizado, así como de quienes se vacunaron, pero no completaron el esquema recomendado”, dijo el Dr. Agustín Ciapponi, director del Centro Cochrane Argentino del IECS, doctor en Salud Pública e investigador principal del CONICET.

“Las vacunas de ARN mensajero (elaboradas por Pfizer/BioNTech y Moderna) parecerían más efectivas para prevenir la infección sintomática y las vacunas de vectores virales (como la Sputnik V o la de AstraZeneca) parecerían más efectivas para reducir la mortalidad, pero el beneficio de todas ellas es indiscutible”, agregó.

Según el estudio, la eficacia en la prevención de COVID-19 mostró ser de 95% para las vacunas de ARN mensajero; 61% para las vacunas inactivadas (como las de Sinovac y Sinopharm); 77% para las de subunidades proteicas (como Novavax) y 68% para las de vectores virales (como Sputnik V o las de AstraZeneca y Janssen). En cambio, cuando se valoró su capacidad de prevenir muertes, todas las vacunas mostraron ser más efectivas que los placebos o controles, pero las de vectores virales tuvieron el efecto más marcado.  

Un ranking de las mejores opciones

El estudio aporta una metodología rigurosa para establecer comparaciones entre las diferentes vacunas, aun cuando se hubieran ensayado en poblaciones distintas.

El metaanálisis en red “permite sopesar en forma simultánea múltiples tratamientos o intervenciones preventivas -no solo dos- para una enfermedad dada, pudiendo establecer un ranking sobre su utilidad. Contar con un ranking sobre mejores opciones permite una decisión mejor informada sobre qué tratamiento o intervención es óptimo para los pacientes, y a la vez sirve en salud pública para asistir decisiones sobre políticas de cobertura”, explicó el otro autor argentino de este trabajo, el Dr. Ariel Bardach, máster en Epidemiología y director del Centro de Investigaciones en Epidemiología y Salud Pública (CIESP), una unidad ejecutora de doble dependencia CONICET-IECS.

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