Actualización: Implante valvular aórtico por cateterismo en estenosis aórtica severa
En pacientes con estenosis aortica (EAo) severa sintomática e inoperables, evidencia de alta calidad muestra que el implante valvular aórtico por cateterismo (TAVI, de sus siglas en inglés Transcater Aortic Valve Implantation) presenta menor mortalidad, mejor función cardíaca y mejor calidad de vida en comparación al tratamiento de sostén sintomático, aunque con mayor riesgo de accidente cerebrovascular y complicaciones mayores asociadas al procedimiento.
En pacientes con EAo severa sintomática y con riesgo quirúrgico alto, evidencia de alta calidad acerca del uso de TAVI versus la cirugía de reemplazo valvular aórtico convencional, no mostró diferencias de mortalidad de cualquier causa, accidente cerebrovascular e infarto, entre ambos tratamientos. En el corto plazo la calidad de vida de los pacientes que recibieron TAVI fue mejor. No obstante, el TAVI se asoció a un mayor riesgo de regurgitación peri valvular moderada o grave, y requerimiento de implante de marcapasos permanente.
En pacientes con EAo severa sintomática y riesgo quirúrgico intermedio, evidencia de alta calidad acerca del uso de TAVI en comparación a la cirugía de reemplazo valvular aórtica convencional, muestra que las tasas de mortalidad y accidente cerebro vascular a corto, mediano y largo plazo son similares, aunque con un mayor riesgo de regurgitación peri valvular residual y necesidad de implante de marcapasos. En el caso de los pacientes con riesgo bajo, los resultados son similares, pero con menor tiempo de seguimiento. En pacientes con EAo mayores de 90 años evidencia de baja calidad, muestra que las tasas de mortalidad con el uso de TAVI son más altas cuando se comparan con pacientes menores de 80 años.
Las guías de práctica clínica relevadas coinciden en la recomendación del TAVI en pacientes con estenosis aórtica severa y con contraindicación para el reemplazo valvular quirúrgico, especificando que este procedimiento solo debe ser realizado en centros que cuenten con un equipo técnicamente entrenado, tanto para su colocación como para el manejo de las complicaciones peri procedimiento. En pacientes de alto riesgo, el TAVI se postula como una opción de tratamiento al igual que la cirugía abierta, no habiendo una recomendación uniforme en pacientes con riesgo moderado o bajo. En pacientes menores de 65 años que requieran reemplazo valvular aortica y estén asintomáticos se recomienda realizar cirugía. En pacientes entre 65 años y 80 años con estenosis aórtica sintomática, sin contraindicación quirúrgica o contraindicación de vías de acceso de TAVI, la decisión está basada en sus comorbilidad y expectativa de vida. En pacientes mayores de 80 años con expectativa de vida menor a 10 años recomiendan el uso de TAVI. En pacientes mayores de 90 años, la decisión del uso de TAVI; está fuertemente asociada a la expectativa y calidad de vida.
Financiadores estatales de países de altos ingresos brindan cobertura al TAVI en pacientes inoperables. Algunos financiadores privados de Estados Unidos extienden esta cobertura a pacientes con riesgo alto. En Latinoamérica, Argentina incluye esta tecnología en el Sistema Único de Reintegro para pacientes inoperables y de alto riesgo al igual que Brasil. No se contempla su uso en Uruguay, Chile o Colombia.
Se desconoce el costo efectividad del procedimiento en Argentina. El impacto presupuestario estimado por el Comité Nacional de Tecnologías en Salud de la Argentina (CONETEC) es alto. En los países que los financiadores cubren esta tecnología mencionan que deben realizarse acuerdos de precios.
