Publicación
Intervenciones no farmacológicas de salud pública en la pandemia por COVID-19
Donato M, Perelli L, Pichon-Riviere A, Augustovski F, García Martí S, Alcaraz A, Bardach A, Ciapponi A. Intervenciones no farmacológicas de salud pública en la pandemia por COVID-19. Documentos de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, Informe de Respuesta Rápida Nº 775, Buenos Aires, Argentina. 25 de Mayo de 2020. ISSN 1668-2793. Disponible en www.iecs.org.ar.
Conclusión:
Evidencia de moderada calidad proveniente de estudios observacionales y modelos matemáticos sugiere que las intervenciones no farmacológicas de salud pública, ya sea de contención (como pruebas de detección, aislamiento de casos o rastreo de contactos), de mitigación (como distanciamiento social), o de supresión (como clausuras, aislamiento social o restricciones en la movilidad), ya sea solas o combinadas, son efectivas para reducir la transmisión del virus, atrasar el pico epidémico, reducir la ocupación de camas de terapia intensiva, el número de nuevos casos y muertes por COVID-19. Las medidas de supresión mostraron los mejores resultados en términos de reducción de la transmisibilidad viral, obteniendo el aislamiento social solo o combinado con otras estrategias reducciones del 46% de la misma y un número de reproducción de entre 0,97 a 1,43; mientras que la restricción de la movilidad, un número de reproducción de 1,05. Le siguieron en efectividad las medidas de contención con pruebas de detección, aislamientos de casos y rastreo de contactos con un número de reproducción del 1,7 al 2,5. Sin embargo, el grado de efectividad varía entre las diferentes intervenciones o combinaciones de intervenciones, siendo la estimación precisa de este efecto dificultosa debido a que dependen en gran medida del acatamiento social y del momento de la epidemia en que son implementadas.
Organismos internacionales y entidades de salud pública de diferentes países relevados recomiendan enfáticamente la adopción temprana de intervenciones no farmacológicas de salud pública para contener el impacto de la pandemia ya que son, hasta el momento, las medidas más eficaces en la reducción de la propagación del virus, del número de nuevos casos y de la mortalidad asociada a COVID-19, si bien varían en cuanto al tipo de políticas priorizadas y la intensidad de su aplicación.
