Un estudio demuestra que la modificación de la conducta profesional ante la higiene de manos disminuiría la frecuencia de infecciones intrahospitalarias

5 de junio: Día Mundial del Lavado de manos

 

Un estudio demuestra que la modificación de la conducta profesional ante la higiene de manos disminuiría la frecuencia de infecciones intrahospitalarias.

El 5 de mayo fue declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Día Mundial del Lavado de Manos, práctica que previene el 40 por ciento de las infecciones hospitalarias. Si bien la OMS recomienda que la higiene de manos se realice en cinco momentos (antes y después del contacto con un paciente; después del contacto con fluidos; antes de una tarea aséptica y después del contacto con el entorno del paciente) diversos estudios demuestran que esa práctica está lejos de alcanzar el 100 por ciento de acatamiento entre médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud alrededor del mundo.

Este año se realizó en Argentina un ensayo clínico que constituye la primera investigación de este tipo que apunta a lograr un cambio de conducta profesional en este tema. El estudio lo llevó adelante el Departamento de Calidad en Atención Médica y Seguridad del Paciente del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) en conjunto con la Asociación Argentina de Enfermeros en Control de Infecciones (ADECI) y fue financiado por la OMS.

El Dr. Ezequiel García Elorrio, director del mencionado departamento del IECS, y la Lic. Carolina Giuffre, ex presidenta de ADECI y actual Directora de la Campaña Nacional para la mejora de la higiene de manos en Argentina, explican: “El objetivo del estudio fue mejorar la adhesión a la higiene de manos en profesionales de la salud (fundamentalmente en médicos y enfermeras), para lo cual se realizó una intervención en 11 terapias intensivas de hospitales de la región metropolitana” (las cuales tienen un claro interés por mejorar un panorama que ataña a todas las instituciones sanitarias del mundo).

“La intervención consistió en que observadores anónimos (miembros de equipos médicos que fueron entrenados especialmente) verificaran mediante su observación directa si los profesionales higienizaban sus manos en las situaciones recomendadas por la OMS. Se comprobó que, en promedio el 57 por ciento cumplía con esa recomendación”, afirma García Elorrio.

Ante estos resultados, un equipo de expertos en calidad en atención médica y seguridad de pacientes diseñó una intervención multifacética a 348 médicos y enfermeras de las 11 terapias que formaron parte del estudio en torno a que la higiene de las manos salva vidas porque evita eventos adversos como daños involuntarios a pacientes.

El paso siguiente fue volver a realizar observaciones directas de manera anónima, para ver si la intervención se traducía en cambios de conducta. En subsecuentes mediciones, los resultados (que están terminando de ser procesados) dieron cuenta de que hubo un cambio significativo: el índice de adhesión a la higiene de las manos ascendió, en promedio, a entre un 70 y 75 por ciento, datos aceptables (aunque aun mejorables) dentro los términos internacionales.

“A pesar de que en muchos hospitales y clínicas se introdujeron geles alcohólicos que permiten higienizarse en forma rápida y efectiva en apenas 30 segundos, la adherencia a esta medida no es total. No hemos hallado reportes de instituciones con 100% de adhesión. Por eso es importante que este tipo de intervenciones, que están basadas en evidencia científica y tienen bajos costos, puedan reproducirse en otras instituciones sanitarias. De ese modo se lograría mejorar el nivel de cumplimiento con un hábito clave a la hora de buscar mejores niveles de calidad y seguridad de los pacientes”, concluye Giuffre.

Por su parte, la Dra. Viviana Rodríguez, médica e investigadora del IECS y miembro del equipo que trabajó en la capacitación de profesionales, subraya: “La resistencia a incorporar hábitos efectivos en este sentido requiere de un cambio cultural en los profesionales de la salud y, en especial, del enfoque de líderes institucionales (directores de obras sociales y hospitales). Su rol debe ser el de mostrar interés por el cumplimiento de la práctica de la higiene de las manos. Además, deberían estimular la educación del personal sanitario, promover recordatorios y garantizar el acceso a los elementos necesarios (como jabón o soluciones de base alcohólica) para poder cumplir con las recomendaciones de la OMS”.

 

INFORMACIÓN GENERAL SOBRE LAVADO DE MANOS

  • En 1847 el médico húngaro Ignaz Semmelweis comenzó a utilizar la higiene de manos para reducir las infecciones asociadas a los cuidados de la salud. La implementación de esta medida en aquel primer experimento logró reducir la mortalidad de mujeres en post parto del 12 al 1,28 por ciento.
  • Estudios realizados en los últimos 40 años confirmaron el rol que juegan las manos contaminadas del personal sanitario en la transmisión de microorganismos entre pacientes.
  • La adherencia al lavado de manos es escasa en todo el mundo. Se calcula que tiene un promedio del 40% en distintos países (Fuente: Boyce JM et al. Guideline for hand hygiene in health-care settings, 2002).

 

LA CALIDAD EN ATENCIÓN MÉDICA

  • Es una disciplina vigente hace aproximadamente 100 años.
  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó en octubre de 2004 la Alianza Mundial por la Seguridad de Pacientes, cuyo objetivo es coordinar, difundir y mejorar la seguridad de los pacientes en todo el planeta.
  • Diversas iniciativas surgidas a lo largo del último siglo han evidenciado que a los profesionales de la salud les preocupa el cuidado que brindan a sus pacientes, pero lamentablemente dicha preocupación no alcanza para cambiar la realidad de los sistemas de salud.